Existen varias formas de consentir a un perro: jugar con él, sacarlo a pasear y compartir momentos durante el día.

 Pero sin duda, ofrecerles comidas corrientes de la alimentación humana, no es una de ellas. Al contrario, se puede estar dañando su salud a tal nivel, que podrían ocasionarle la muerte.

“La flora intestinal de los humanos es mucho más variada que la de nuestros animalitos, por lo que podemos digerir distintos tipos de alimentos sin enfermarnos, a diferencia de ellos”, asegura la medicó veterinaria, Francisca Montero.

La especialista, que trabaja para Royal Canin, pone especial énfasis en los cachorros, que suelen comer todo lo que cae al suelo y que “no podrán digerir” cualquier alimento, “ya que en esa etapa de la vida sus enzimas digestivas están escasamente activas y una indigestión puede tener consecuencias irreversibles”.

Los huesos y carnes

Uno de los 'snacks' que comúnmente se ofrecen a los perros son los huesos que sobran de comidas con carnes de vacuno o de pollo. Sin embargo, según Montero, no es adecuado ofrecerles de ningún tipo, ya que estos pueden provocar perforaciones en el paladar, hocico, estómago o recto, y dañar las mucosas de su tracto digestivo, así como provocar obstrucciones intestinales.